jueves, 5 de enero de 2012

NUNCA LE HAGA SOMBRA A SU AMO


Criterio
Esfuércese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad. No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son... y accederá a la cumbre del poder.

 
Transgresión de la ley
Nicolás Fouquet, ministro de Finanzas de Luis XIV, al observar varios indicios sospechó que estaba cayendo en desgracia, y decidió congraciarse con el rey organizando la fiesta más espectacular jamás vista. Maravilló a los invitados y opacó al rey.
Al día siguiente de la fiesta Fouquet fue arrestado, y luego juzgado por desfalco al Tesoro Nacional.[1] Se le halló culpable y envió a prisión. Allí pasó los últimos veinte años de su vida.
Éste es el destino que corren, de una u otra forma, todos aquellos que desequilibran la autoestima de su amo, hieren su vanidad o le hacen dudar de su preeminencia.
Observancia de la ley
A principios del siglo XVII, Galileo se encontraba en una situación económica sumamente difícil. A pesar de obsequiar sus inventos y descubrimientos a los grandes gobernantes y regentes de la época, recibía obsequios pero no dinero en efectivo.
Cuando Galileo descubrió las lunas de Júpiter, en 1610, decidió honrar la grandeza de los Médicis, pues al ser fundada dicha dinastía habían elegido a Júpiter como símbolo de la familia. Galileo aseguró que las cuatro lunas armonizaban con el número de Médicis, demostrando que los mismos cielos reflejaban la ascendencia de la familia real.
Cosme II nombró a Galileo filósofo y matemático oficial de la corte, con un salario respetable.
Claves para alcanzar el poder
Cuando se trata del poder, hacerle sombra al amo es quizá el peor error de todos los que se pueden cometer.
Esta ley implica dos normas que deberá aprender:
·               Que es posible hacerle sombra a su amo con ser simplemente usted mismo. Hay amos que son muy inseguros... terriblemente inseguros. Y basta con ser encantador y desenvuelto para hacerles sombra.
La lección es simple: si usted no puede dejar de ser encantador ni de mostrar sus talentos, deberá aprender a evitar a los monstruos vanidosos. La otra posibilidad consiste en aprender a disimular hábilmente sus virtudes.
·               Nunca piense que, porque el amo lo aprecia, usted puede hacer lo que se le dé la gana.
Nunca dé por segura su posición y nunca permita que los favores que reciba se le suban a la cabeza.
En primer lugar, debe halagar y ensalzar a su amo. Los elogios abiertos pueden llegar a resultar eficaces, pero tienen sus límites; es algo demasiado obvio y directo, y puede ser mal visto por los demás.
El elogio discreto e indirecto es mucho más poderoso y efectivo. Por ejemplo, si usted es más inteligente que su amo, demuestre lo opuesto: hágalo aparecer más inteligente que usted.
Actúe en forma ingenua. Simule necesitar de su pericia.
Si sus ideas son más creativas que las de su amo, atribúyaselas de la manera más pública posible. Deje en claro que el consejo de usted es sólo un eco del consejo de él.-
Si usted supera a su amo en rapidez e ingenio, está bien que desempeñe el papel de bufón del rey, pero no lo haga aparecer a él frío y taciturno en comparación. En caso necesario, baje los decibeles de su humor y encuentre la forma de hacerlo quedar como alguien divertido, con sentido del humor.
Si usted puede dar más lustre a su amo ante los ojos de los demás, será para él un regalo del cielo y logrará ascender de inmediato.
Evite hacerle sombra a su amo. Toda superioridad es fastidiosa, pero la superioridad de un súbdito por sobre su príncipe no sólo es estúpida sino fatal. Esta es una de las lecciones que los astros del cielo nos enseñan: podremos ser parientes cercanos del Sol y brillar tanto como él, pero nunca debemos aparecer en su compañía. (Baltasar Gracián, 1601-1658)
Invalidación
Si la posición de su superior es muy débil y está a punto de caer, deje que la situación siga su curso natural. Pero si su amo se encuentra en una posición firme, aunque se sepa más capaz, tómese su tiempo y tenga paciencia. Según el curso natural de los hechos, con el correr del tiempo el poder se debilita y cae. Algún día su amo habrá de caer y, si usted juega sus cartas con habilidad, lo sobrevivirá y superará.